Poesía, namasque



El Poema de hoy no está en el tiempo,
sino en un lugar bastante inaccesible
del corazón:
el Infinito...
El poema de hoy no tiene palabras,
¿cómo podré entonces escribirlo?
No se transmite con un lenguaje arbitrario,
inventado,
circunstancial,
segregador...
¿Cómo voy a poder transmitirlo?
Es como un beso,
es como el vuelo de un ave,
como un fuerte abrazo,
como una sonrisa iluminada,
como danzar alegremente,
como la felicidad,
como la lluvia regando los campos,
como un niño que juega,
como la vida,
como el amor...
El poema de hoy no está en el tiempo...
¿Cómo lo escribiré?
El poema de hoy...
¡es el poema de siempre!

Jesús María Bustelo Acevedo

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